El gesto dice mucho, pero en el caso de Ezequiel Garay, de 27 años, esa postura distante poco se condice con las formas en las que se expresa. No es de grande palabras, pero sí las justas. Desde Rosario hasta Portugal, de Racing de Santander a Real Madrid, en España, de Benfica al seleccionado argentino, saltos grandes e importantes. Incluso, ahora entre Manchester City y el United comenzó una carrera para tratar de quedarse con el marcador central que tiene toda la confianza de Alejandro Sabella para ser titular para la Argentina en la Copa del Mundo de Brasil 2014.
No escapa a ningún tema, sabe de las dificultades que tiene el equipo argentino y las analiza con calma y hasta le quita dramatismo al asunto. Habla de su crecimiento hasta el día de hoy y de los cambios de aquel juvenil que apareció en la primera de Newell’s al consolidado futbolista que hoy defiende los colores de Benfica, en Portugal.
-Por la forma que tienen de atacar en el seleccionado argentino, se los expone de una manera a los defensores y eso no pasa en los clubes que juegan, ¿cómo se maneja eso a la hora de jugar con la Argentina?
-Es diferente jugar en tu club que en la Selección. Eso me parece bueno, porque te preparás para varias situaciones del juego. Por las características del seleccionado, tenemos que estar muy concentrados porque todos los rivales saben de los riesgos que tomamos. Hay que estar bien paraditos atrás para no tener problemas. Pero en un Mundial todo es diferente, te enfrentás a selecciones muy fuertes que te definen un partido en los detalles, en los mínimos errores. Nosotros vamos a tener que estar atentos para que esos errores no sean nuestros.
-Parece que Sabella busca defensores que le cubran varios puestos, ¿les pide el técnico que entiendan esa idea?
-Sin dudas. Nosotros lo escuchamos mucho. Buscamos todos sumar siempre.
-¿Qué les está faltando para ser equilibrados?
-Creo que en un equipo que se ataca tanto y que se piensa tanto en el arco de enfrente, el equilibrio es fundamental. Y lo trabajamos entre todos para encontrar la medida justa entre el ataque y la defensa.
-Les faltan cosas por corregir en la cancha, pero afuera parece todo ideal...
-Tal cual, estamos muy bien entre nosotros. Adentro de la cancha todo se va a acomodar. Pero afuera está todo ordenando. La verdad es que me parece que se está, de a poco, mejorando el funcionamiento del equipo.
-¿Cuánto te sirvieron España y Portugal para tu carrera?
-Muchísimo. Crecí como jugador y como persona. Me fui muy chico, con 18 años, pasaron ya 9 y siento que aprendí mucho. Cosas que antes no veía del juego ahora sí. Hacés cosas que antes no.
-¿Por ejemplo?
-Cuando sos más pibe te corrés todo y es lógico, pero muchas veces lo haces mal. Pero con la experiencia corres menos pero mejor.
-¿Algún técnico puntual te sumó todas estas cosas?
-No, todos los que tuve me ofrecieron cosas para mejorar. Fui tomado un poco de cada uno. Tuve la suerte de tener buenos entrenadores. Y ahora en Benfica hago cosas que antes no.
-Cuando te quedás sólo, ¿podés no pensar en el Mundial?
-Es muy difícil. Es el sueño de todos y eso se siente. Yo jugué uno con el juvenil, pero no lo mismo. Por ahora me siento tranquilo, pero cuando se acerque la fecha, la ansiedad te gana. Sabemos que falta, pero en cuanto te descuidás, el Mundial está en marcha.
-Si te decía hace unos meses que ibas a estar un Mundial, que ibas a jugar como titular, ¿qué me decías?
-Sinceramente cuando veía a la Selección desde afuera y no estaba en las Eliminatorias, trabajaba en el club para tratar de estar. Y cuando me llegó la chance, no lo podía creer. Es la Selección, es todo.
-¿Cómo manejas tanta ansiedad?
-Mucho no pienso en lo que va a venir. Uno está nervioso hasta el día que Alejandro dé la lista definitiva. Por ahora prefiero no pensarlo y disfrutar todo lo que me está pasando.