Brillante partido del mediapunta internacional portugués, omnipresente en el juego de ataque del Granada
A la Real la condena la apuesta conservadora de Montanier y la expulsión de Illarramendi, en el último minuto del primer tiempo
El Granada de Abel dio un paso más hacia la salvación ante la Real. Los donostiarras se adelantaron en Los Cármenes, pero fueron incapaces de gestionar un renta que apenas les duró un minuto. Iñigo López, por arriba, y Carlos Martins, con el balón a ras de suelo, lideraron la remontada local, materializada en el segundo tiempo ante un rival con diez por la expulsión de Illarramedi al filo del descanso. Jara, con un golazo, y Uche, que hizo dos dianas de oportunista, aseguraron otros tres puntos de oro para el conjunto nazarí.
Los onces iniciales dieron la mejor pista sobre el partido que se vería en Los Cármenes. Abel volvió a apostar por los Rico, Mikel y Fran, un doble pivote mucho más creativo que la media. Por delante, libertad para Martins, que fue una pesadilla para la zaga visitante. Se asoció con todos, fue siempre vertical e imaginó la siguiente jugada un segundo antes que el resto. Formó una atractiva pareja con Franco Jara, que ocupó el lugar del lesionado Dani Benítez.
Por su parte, Montanier volvió a ofrecer su versión más conservadora. Dejó en el banquillo a Rubén Pardo, brillante ante el Sevilla, y dispuso un centro del campo integrado por Markel, Aranburu e Illarramendi. Tampoco fue titula Vela. Si el plan era quitarle el balón al Granada, no salió bien. La Real apenas tuvo la pelota y no supo afrontar la adelantada defensa de su rival. Le faltó elaboración y sus líneas estuvieron siempre demasiado lejos de la portería de Roberto.
Pese a todo, los donostiarras se adelantaron en un balón parado. Dudó el meta local en la salida, y Mikel González se apuntó un limpio remate. Sin embargo, la Real no tuvo tiempo de hacer valer su renta. El Granada, que estaba siendo superior desde el inicio, empató en la jugada siguiente. Otro tanto de iñigo López, de nuevo de cabeza, en una acción en la que los realistas pidieron falta en ataque de Borja. Lo fue, y esa acción constituyó el primer error de bulto de Teixeira, que tuvo una mañana para olvidar. Al filo del descanso, expulsó a Illarra por una entrada por detrás, con el pie muy alto, sin opción de jugar el balón. El remordimiento le impidió señalar un claro penalti sobre Fran Rico en la acción inmediatamente posterior.
Pero la resistencia realista se vino abajo con estrépito en el segundo tiempo. Los de Montanier no supieron sobrevivir sin Illarramendi, cuya expulsión llegó en los mejores minutos de su equipo, los diez últimos del primer tiempo, prendido del talento de Xabi Prieto. En inferioridad, el joven equipo realista no fue rival para el Granada, en el que Martins seguía liderando casi todas las operaciones ofensivas. Franco Jara puso por delante a su equipo en una acción de nuevo controvertida -pareció recibir en fuera de juego-, pero también brillante. Entró por la izquierda, recortó hacia dentro y colocó un perfecto remate curvado con el interior lejos del alcance de Bravo. Uche, que ingresó poco después en lugar de Ighalo, hizo el 3-1 en otra llegada de Mikel Rico -que también fue el autor del pase en el gol de Iñigo López- y se encargó de cerrar el partido tras otra contra del conjunto nazarí, que logró su victoria más holgada del curso. La tercera en cuatro partidos con Abel, una racha que permite a los andaluces afrontar el futuro con optimismo.