Con 14 millones de fans en todo el mundo, 120 jugadores, un estadio con 65.000 asientos y 500.000 suscriptores en su canal de televisión, parece lógico que la tecnología forme parte de la estrategia de negocio del Benfica. Pero no es habitual encontrar un equipo de fútbol con una visión tecnológica integral que aporte soluciones tanto a la infraestructura como a los jugadores y los seguidores. Este club conectado hasta tiene su propio centro de datos (data center), en colaboración con Huawei, para controlar desde casa toda la información que gestiona, como las personas que hay en el campo durante un partido o las horas que ha dormido cada deportista.
La razón de este interés por la tecnología reside en que el equipo directivo del club portugués no cuenta con experiencia previa en el fútbol. «Venimos de mundos distintos y hemos intentado traer a este negocio la visión de otros sectores», afirma a INNOVADORES el CEO del Benfica, Domingos Soares de Oliveira, que ha participado esta semana en el Huawei CIO Forum and Network Congress celebrado en Lisboa. Admite que «seguro que hay clubes más avanzados en niveles más específicos, por ejemplo, en CRM, pero nuestra visión integrada es única». Y es que el equipo ha abordado con tecnología los tres puntales del fútbol: el campo, el jugador y el fan.
Para abordar el primer foco de interés, las infrestructuras, el club ha firmado un acuerdo con la multinacional china con el fin de mejorar las conexiones del Estádio da Luz, en Lisboa, a través de WiFi de alta densidad. «Ahora nuestros seguidores pueden interactuar con nosotros mientras disfrutan del partido», indica Soares de Oliveira. Pero aún hay más. En su afán por aprovechar toda la información disponible en el campo, el Benfica ha abierto, con la tecnología de Huawei, su propio centro de datos modular en sus instalaciones. «Podríamos haberlo subcontratado, pero preferimos tenerlo en casa con la ayuda de un proveedor, que depender de un sistema que esté fuera de la ciudad o del país», explica. «No hay ningún club en Europa que tenga una infraestructura así», añade.
El segundo grupo al que el Benfica aplica la tecnología son sus deportistas. A través de sensores, el equipo monitoriza a los jugadores y, con sistemas de aprendizaje automático, se perfilan estrategias más personalizadas. También trabaja en el análisis de vídeo para detectar los puntos fuertes y los débiles de cada uno. Y hasta controla en tiempo real las horas que duermen para que, al día siguiente, el entrenador pueda diseñar sesiones adaptadas a su descanso.
El club ha creado una habitación interactiva donde cada pared consiste en una pantalla LED sensorizada. Esta instalación sirve para «controlar todo lo que el jugador hace a nivel físico, pero también la evolución de la calidad del pase o del disparo a puerta». La información se envía al entrenador y al preparador físico y, con el paso del tiempo, el nivel de dificultad se va incrementando para controlar su progresión.
El Benfica también busca satisfacer a sus seguidores. En este sentido, por ejemplo, ha desarrollado una plataforma de vídeo en streaming donde retransmiten sus partidos. Ahora el club se encuentra en mitad del proyecto Benfica Fans, donde está aprendiendo todo sobre sus aficionados a través de las redes sociales (como sus intereses o jugadores preferidos) para, en el futuro, ofrecerles información personalizada y abrir nuevas vías de negocio.